jueves, 24 de mayo de 2012


El reconocimiento de las muestras 


En primera instancia, es imprescindible preservar el lugar del hecho de 
cualquier tipo de contaminación. Para ello debe estar custodiado y, además, 
nadie tiene que tocar nada directamente con las manos, por lo que todos 
deberán trabajar protegidos con guantes. En segunda instancia, es preciso 
inspeccionar el sitio cuidadosamente para determinar sobre qué indicios se 
puede indicar la realización de pruebas de ADN que permitan identificar al 
culpable. Así, se recogen, si las hubiere, las manchas de sangre que se 
encuentren dispersas, ya sea sobre telas u otras superficies, los pelos 
diseminados, las colillas de cigarrillos, las armas, cuchillos u otros utensilios 
que podrían haberse utilizado, etc. También, en el caso de un homicidio, es 
preciso indicar que se extraigan muestras del cuerpo de la víctima, para definir 
su huella genética, y solicitar extracciones de sangre o hisopado bucal de todas 
las personas que vivían en la casa o que estuvieron presentes durante el 
hecho, pues hay que contar con todos estos perfiles genéticos para definir 
correctamente el del culpable. 
También se hace imprescindible la presencia de un oficial que libre un acta con 
la descripción detallada de cada uno de los elementos recogidos como indicios, 
además de realizar un registro fotográfico de las evidencias en el mismo lugar 
del hecho.

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